miércoles, 7 de mayo de 2008

Gracias Tarra






Hasta el momento es la mayor vía de escape, y casi la única, que estoy teniendo; es increíble como sólo unas posturas y rasgueos pueden liberarlo a uno de tantas tensiones, y debe ser mucho más genial para los músicos el tocar algo que les nació de sus almas, ya que uno con solo copiar lo que otros crearon con anterioridad se siente extremadamente satisfecho. Pero el camino que yo quiero seguir se guía por algo muy parecido, y yo creo que es una sensación general del artista, el crear, el sacar desde lo más profundo de nuestras almas nuestros recuerdos más emotivos, y al representarlos en una forma específica, lograr llegar al alma de los demás, a punto de que esa emoción que salió de un alma, sea la que buscaba otra alma hace mucho tiempo. Ahora, para terminar, debo dar las gracias a esas seis cuerdas que me han refugiado durante estos difíciles y duros momentos que estoy pasando.

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